Nofarrag LePap: 5. El Inicio

5. El Inicio
-Nof… pero antes de ir a otro pasillo y por mucho que este enojada con esta quinta puerta, me alegra que sea un maldito baño. Espérame aquí y no muevas un solo musculo hasta que yo salga-
¡Oh por dios!
-¡Acinbo, Billy, vengan ahora a ver esto!- es algo extraño, algo sorprendente, maravilloso y alegre, ver que en el rostro de Nofarrag se está formando una sonrisa ante las palabras infantiles de la cariñosa Elsa Boneless. Pero lo mejor de todo no es la sonrisa del viejo arrugado, si no ese movimiento fingiendo haberse congelado en una extraña y muy graciosa posición con los brazos alzados al techo y haciendo una mueca que contribuye a hacer notar las arrugas de su cara, otorgándole el aspecto de ciruela pasa muy graciosa. Elsa también nota esa peculiar sonrisa recién formada en la cara de Nofarrag.
-Ay Nof, eres un tonto- dice entre risas Elsa, antes de entrar al baño.
Acinbo vuelve a activar las pantallas fuera de la sala de narración para que nuestros compañeros puedan ver a Nofarrag sonreír y hacer una bobería por Elsa.
-Bremon, esto es increíble- me dice Billy inmediatamente, al notar como todos afuera comienzan a ver las pantallas donde se muestra la bobería de LePap, deteniendo sus importantes trabajos que hacer.
-Lo sé Billy, esto es…- me veo interrumpido por una voz procedente de atrás de mí.
-Esto es gracias a mi Bremon- es muerte, haciendo sus famosas apariciones repentinas que han provocado muchos sustos y caras pálidas, justo como la que  ahora acaba de poner Billy que vio aparecer, en un abrir y cerrar de ojos, a Muerte –Yo fui la que te dijo, la que te animó a tomar la narración de este viejo caracol- me dice, mientras con un ademan de brazo completo, señala la pantalla donde aparece LePap.
-¿Qué es lo importante que le sucederá a LePap hoy?-
-Ya deberías saberlo Bremon, lo estás viendo con tus propios ojos, lo estas narrando con tu propia boca, lo estas sintiendo con tu corazón… ¡Ay demonios! Ya me estoy pareciendo a Vida-
-Nof se está…-
-No Bremon, te tengo altamente prohibido externar cualquier cosas sin antes haberla visto, eso sería una maldita aberración, un error de magnitudes incalculables. Es justo como un rumor. Nunca creas en los rumores, siempre tómalos por falsos hasta que se hayan desmentido-
-Muerte…-
-Muerte nada, Bremon. Por cierto, en la noche vendrán a arreglar tu sala de narración, y a cambiar la mesa por una más nueva- dice muerte mientras pasa su dedo por una grieta en la mesa de cristal –también le pondremos a Billy un sillón para que no esté afuera sentado en la silla, con incontrolables ganas de entrar a ver y escuchar tu narración-
-Pero Billy está bien afuera… a él le gusta-
-No, no le gusta, además, de este modo podrás pedirle cosas sin tener que levantarte a abrir la puerta para hacerle saber aquello que quieres- tiene razón, es una buena idea hasta cierto punto –también voy a abrir una puerta a Acinbo para que no tenga que dar la vuelta a la sala cada que quiera venir a verte por alguna razón. Un equipo eficiente, merece grandes comodidades en la oficina. Aún sigo cautivada por aquella vez cuando narraron tres semanas de la vida de esa escritora que se enamora durante el verano. Me dieron ganas de matar al maldito que la ilusionó a pesar de que no la amaba. Pero tengo prohibido hacer eso ¡Imagínate! Tiempo lo notaria e iría corriendo, como la perrita chismosa que es, con Existencia, y eso… eso me costaría muy caro. He disfrutado mucho mi vida de Muerte, como para desperdiciarla por vengar a un simple mortal que al final lloraría por la pérdida de un monstruo, a pesar de que aquel cabron le dijo basura. Al leerla, Tiempo lloró como un bebé… no le vayas a decir que te conté esto-
-Nunca lo vemos-
-En caso de que algún día lo veas, guarda esta información que me hizo jurar no decir nunca a nadie-
-No te preocupes Muerte-
-Ya me voy Bremon, sigue con lo tuyo-
-Nos vemos-
Seguro que justo ahora, ustedes se preguntaran porque muerte ha mencionado hace unos momentos, que ha disfrutado su vida de Muerte, y eso es, damas y caballeros, porque todos aquí comenzamos siendo humanos, simples mortales, teniendo difíciles vidas en la Tierra. Claro, todos, excepto Existencia, y los primeros Tiempo, Vida y Muerte, quienes fueron siendo sustituidos por alguna acción digna de destierro.
Nadie conoce a Existencia, nunca nadie lo ha visto, ni siquiera Tiempo que es “la perrita chismosa”, como dice Muerte, que le cuenta todo. La única forma de hablar con Existencia es ir a la punta de “La Torre” en el gran salón, y plasmar en papel, por medio de una antigua máquina de escribir, cualquier cosa que tengas que decirle, una vez escrito el mensaje, te contesta al cabo de unos segundos, haciendo aparecer su respuesta en un papel de pergamino colgado frente a la máquina en una gran vitrina de cristal. Nunca nadie ha visto este lugar, solo Tiempo, Vida y Muerte tienen acceso a él, además está en la Tierra y ningún libro dice siquiera en donde está ubicada “La Torre”. Tampoco estamos seguros de, si realmente es una torre o no. Prácticamente no sabemos nada de Existencia. Pero algo que sí sabemos es como nacieron Tiempo, Vida y Muerte.
El famoso trio surgió cuando Existencia tomo un pedazo de polvo flotando en la nada y lo convirtió en tres pequeños seres con  rostros de niños menores de 6 años de edad. Existencia le pidió a los tres que crearan un hombrecillo de piedra, para demostrar su poder, y solo una lo logro, fue entonces que ella se convirtió en Vida.
Después, Existencia le pido a los otros dos que hicieran envejecer al hombrecillo de piedra, y solo el único niño lo logró, de ese modo nació Tiempo. Finalmente, le pidió a la última niña que matase al hombrecillo de piedra. La chiquilla miro dubitativa a Existencia, pero al cabo de unos minutos aceptó cometer aquel acto atroz, pero lo hizo del modo más tierno posible, pues le dijo al hombrecillo de piedra que se durmiera, y al despertar, volvería a ser joven. El anciano hombrecillo acepto dormir, pues el cansancio ya se había convertido en una carga insoportable, y apenas cerró sus ojos, la niña se acercó y le quito la vida y el tiempo al viejo hombrecillo, de ese modo fue que se creó Muerte. Existencia quedo totalmente satisfecha o satisfecho con su creación.
Podrán pensar que es una historia muy infantil, pero cuando le preguntan a Existencia la historia, no cambia un solo detalle, siempre es lo mismo. Tres niños, un hombrecillo de piedra y la elección por medio de tres retos. Nunca cambia.
Después de este acto de elegir a los guardianes del tiempo, la vida y la muerte, comenzó a crear poco a poco a la Tierra donde ahora viven los humanos. Claro que hacer humanos fue mucho más difícil que un simple hombrecillo de piedra, por eso le tomo mucho tiempo hacerlos tal como los imaginaba y paso por muchos tipos de evoluciones para por fin llegar a lo que deseaba. Pero no tomo en cuenta que al crear humanos, estos endemoniados seres, crearían vicios y malos actos que tentarían la curiosidad de sus niños, haciéndolos bajar a la tierra en forma humana. Existencia vio que sus dos más grandes creaciones eran corruptibles. Por ello, Existencia comenzó a buscar las almas más bondadosas entre su más reciente creación, para que estos, suplieran a sus maliciosos Tiempo, Vida y Muerte. Pero los amaba tanto que les dio la oportunidad de estar en la tierra y vivir una vida plena, con la única condición de olvidar todo lo que hicieron mientras estuvieron reinando a su lado, además de dejar la inmortalidad. Por esa razón se dan los cambios de Tiempo, Vida y Muerte.
La Muerte actual murió salvando a un grupo de niños en un bombardeo durante la segunda guerra mundial. Existencia quedó cautivada o cautivado con el acto de aquella chica, que a pesar de ser tan joven y haber cometido tantos errores, dio la vida por salvar a otros. En ese momento, Existencia atendió la petición de la Muerte anterior, de bajar a la Tierra a encontrar otro propósito además del de velar por las personas fallecidas del planeta. Existencia tomo entre sus manos el cadáver de la chica y lo subió a la Tierra de los inmortales y narradores.
No sabemos su nombre real, lo único que sabemos de Muerte, es la historia que cuenta Vida, cada vez que le preguntamos.


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