7. El Hombre Conejo
Lamento de verdad si he
situado en un terrible, trágico y desastroso estado de melancolía a alguien con
la historia que acabo de contar, pero me temo que era un mal necesario,
realmente lo era, para que ustedes pudieran entender el inicio de una
descomunal tragedia. Una tragedia que setenta y cinco años después nos llevaría
a este día.
Hoy es un día especial, y
sin esos terribles sucesos, nadie se hubiera fijado en Nofarrag LePap, de hecho
yo pienso que su vida habría sido igual a la de cualquier otro niño rico
engreído y mal educado por sus padres despreocupados. Claro que eso es lo que
pienso yo, pero el único capaz de saber lo que realmente hubiera pasado si algo
hubiera sido diferente, es Existencia. Ni siquiera Tiempo es capaz de saber lo
que pasaría si se hubiera tomado otra camino. Por ello han de conformarse con
lo que pienso, pues es lo único que obtendrán ahora.
También era bastante
necesaria la historia, porque nuestra coqueta y muy alegre Elsa Boneless tarda
demasiado en salir de ese maldito baño y el viejo ya se está desesperando. No
obstante, sigue “contento”. No sonríe, pero podemos ver claramente su alegría a
juzgar por la minúscula, casi nada notoria curvatura de su boca en dirección a
sus ojos, levantando ligeramente sus cachetes, lo que los humanos normales
conocen como una sonrisa hipócrita por cortesía, pero para LePap es como estar
con una sonrisa de oreja a oreja, aunque ni siquiera él sea consciente de ello.
-Buenas noches LePap-
nuestro querido Nofarrag se sorprende tanto como yo por la misteriosa voz que
acaba de escuchar. No solo porque es de día, sino por el hecho de que
literalmente no escuchaba nada en todo el pasillo y de pronto la imponente y
penetrante voz de una mujer vestida de negro con sombrero salió de la
obscuridad.
Por un momento pienso que es
Muerte, al igual que Billy y Acinbo, los cuales se asoman curiosos y extrañados
a la oficina de narración.
Esta señora, con un estatura
promedio de un metro con sesenta y cuatro centímetros, lleva puesto un saco
largo de color negro que cubre casi todo su cuerpo. Lleva una blusa roja y una
falda del mismo tono negro que el saco y el grande, caro y ostento sombrero. Comúnmente
es el tipo de ropa que usa Muerte cuando baja a la Tierra, pero no es Muerte.
Pues ella, a pesar de inspirar terror entre los humanos, es una persona
agradable, cálida, amable y muy cariñosa, de fuerte carácter, pero cariñosa al
fin. Sin embargo, esta mujer no es así. También es agradable a la vista,
aparenta la misma edad que Muerte, pero su voz suena cruel, su rostro inspira
miedo y desconfianza, su porte trasmite cierta negatividad y su mirar es igual
que el de un asesino.
-¿Quién es usted?- pero
LePap no le tiene miedo a nada, ni siquiera a Muerte, por esa razón, él no se
anda con rodeos, y mucho menos con cara despavorida como la que pusimos Acinbo,
Billy y yo.
-Eso no es relevante-
-Yo creo que sí- Nofarrag
suena confiado e igual de fuerte que la señora, pero también comienza a sentir
cierta incomodidad por este peculiar personaje.
-Cree lo que quieras, pero
mi nombre no tendrás, por esa razón deberás conformarte con el hecho de que me
dicen Conejo- ¿Conejo? No me parece el apodo que le puedan dar a una persona con
potentes aires de maldad.
-Bien, Conejo-
-Nofarrag LePap Lindonel,
debo decirte que soy un ser ocupado, así que seré lo más sucinta posib…-
-Al grano-
-Mil disculpas, comúnmente
suelo tratar con niños, los humanos mayores de doce años, son un verdadero
problema-
-¿Qué?-
-Nada, no importa. Sé que tu
vida ha estado llena de tragedias, pero antes de terminar esta semana, llegará
el espectáculo final, mi obra maestra, Muerte no tendrá otra opción más que
aceptar su fracaso y lamento en verdad usarte a ti como medio para burlarme de
Existencia, sus estúpidos subordinados y los narradores-
¿Cómo carajo sabe eso?
-¡Billy!
-¡Ya escuché! ¿Quién es
ella?
-¡No lo sé! ¿Cómo demonios
pretendes que lo sepa?- Billy me mira preocupado, igual de exaltado que yo
-¡Llama a los tres, ahora!-
-Está bien, ya voy-
Lo que pasa es preocupante,
pues esta mujer sabe de nosotros y lo que pretende según entiendo es mofarse de
Existencia, principalmente, pero como Existencia no está aquí, los únicos
capaces de ayudar son Vida, Tiempo y Muerte.
No puedo evitar rascarme la
cabeza mientras intento procesar lo que acaba de suceder. Lo único que puedo
hacer es seguir poniendo el doble de atención en lo que le sucede a Nof con
esta persona que se hace llamar Conejo.
-¿Los narradores?- Pregunta
LePap perplejo, ya que él es un simple moral y no tiene ni la más mínima idea
de la corporación.
-Son unos asquerosos chismosos
que espían y hacen de las suyas con tu vida, se entretienen con tu sufrimiento
y vida mortal, mientras ellos están arriba “trabajando”, escribiendo y haciendo
chistes de mal gusto sobre lo que le pasa a los humanos. Esos cerdos se
regocijan en sus lindas sillas, contando lo que te pasa, lo que sientes, lo que
haces ¡Demonios! Incluso te miran mientras estas cagando. Se creen buenos
cuando en realidad son invasores de la privacidad-
-Mire, yo no sé qué le pasa,
pero algo que sí sé, es que tiene problemas y que…-
-¡Te morirás al finalizar
esta semana, anciano terco!-
-…- Y por más que Nofarrag
sea duro y desee con todo su alma estar muerto, la noticia de esta señora no le
agrada en lo absoluto -¡Qué bueno! Yo nunca he encontrado sentido a la vida, es
más, me haría un favor si usted me matara en este mismo instante-
-Y es por esa misma razón,
mi peculiarmente disgustado amigo, que hoy no te mataré, porque sí, es verdad
que ansias la muerte, pero dentro de un par de días le tendrás tanto miedo como
la víctima de una enfermedad terminal, como la chica de ojos lindos secuestrada
por un loco, como la madre que ve a su niña perder la cabeza e irse contra ella.
En este momento añoras la muerte, pero detrás de aquella puerta, esta la razón
de que muy pronto sentirás un sorprendente desprecio hacia el final de tu vida-
dice la mujer mientras señala la puerta del baño donde se encuentra Elsa.
-¡Ese bastardo!- grita
molesta Muerte, quien apareció a mi lado y quien sabe cuánto tiempo lleva aquí.
-Muerte, pero es mujer…-
-Lo sé Bremon, estoy
totalmente consciente de que a los ojos de los adultos acostumbra aparecerse
como una mujer, pero cuando esta con niños es un hombre con un traje elegante
del siglo XIX, orejas de conejo y una bolita de algodón en su saco a manera de
cola, y cuando esta con niños… es aún más peligroso-
-¿Quién es?
-¿Quién es, dices?- Pregunta
Muerte extrañada y hasta cierto punto decepcionada –Él, mi querido Bremon, es
El Hombre Conejo ¿Nunca escuchaste de la niña que mató a su madre porque su
amigo imaginario se lo sugirió? ¿O del destripador?-
-No-
-Me sorprendes Bremon, tu
que eres de mis narradores favoritos y que no estés enterado de los males que
azotan nuestro mundo, no se me hace lógico, así que te pondré al tanto.
“En el siglo XIX, existió un
narrador que en su momento de gloria, fue más famoso por su vida humana que por
sus trabajos aquí arriba. Este narrador procuraba escoger historias alegres,
divertidas y llenas de vida, pero siempre lo rechazaban y a diferencia de sus
ideales, le tocaban las historias más crueles, aun no sé la verdadera razón,
pero supongo que era porque existencia no lo quería demasiado. A pesar de las
trágicas cosas que veía, siempre intentaba mostrarse positivo y alegre, pero
llegó un día en el que no pudo soportar más. Ese día le dieron la narración que
le afectó de verdad, se topó con la historia de un niño pequeño al que sus
padres maltrataban”
“Es uno de los errores que
nuestra misteriosa Existencia ha cometido a lo largo del tiempo. Me parece una
verdadera falta de respeto y de consideración darle la historia del maltrato
infantil a un hombre que en su infancia sufrió y que en su adultez perdió todo”
“Existencia estaba
presionando por una narración sobre la situación de los niños en aquella época,
pero pudiendo habérsela dado a Nicolás Samir, decidió dársela a un hombre que
perdió a sus dos hijos”
“Como era de esperarse,
aquel caballero no pudo evitar romper todas las reglas de nuestro mundo, así
que bajó a salvar al chico, sabiendo que está prohibida la intervención de
cualquiera de nosotros en la vida de los humanos. La segunda noche de
narración, fue que cometió el crimen”
“Una vez en la Tierra fue a
la casa del chico, antes de que su terrible familia llegara. Se puso unos
cartones a modo de orejas y una bola de pelusa haciéndola de cola. Cuando llamó
a la puerta, se presentó como el hombre conejo así que el niño abrió de
inmediato, dejando pasar, maravillado a aquel peculiar personaje lleno de vida
y alegría. Jugaron, se divirtieron y gozaron de su mutua compañía. Uno pudo
sentir lo que era la dicha de tener un padre amoroso, mientras que el otro tuvo
la oportunidad de gozar una vez más la compañía de un hijo. Lamentablemente,
aquella estúpida fantasía no podía durar por siempre, pues al cabo de una hora
llegó la familia y sin pensarlo, ni dejarlos decir una sola palabra, el hombre
conejo los mató a todos a sangre fría, dejando únicamente vivo al niño, pero al
voltear Conejo, ya no vio el niño alegre con el que acababa de pasar una hora
maravillosa llena de magia. No. Lo que encontró fue un niño horrorizado, con un
rostro surcado por vastas y largas cascadas de lágrimas combinadas con gotas de
sangre de su recién fallecida familia. Todo hubiera sido distinto si el hombre
conejo no se hubiera desecho salvajemente de los padres mientras el niño
observaba, pero el trauma ya estaba ahí y era irremediable. El hombre conejo
tampoco pudo con el dolor que le causaba ver el miedo que había provocado en el
ser que quiso ayudar, fue en ese momento cuando algo en su cabeza se quebró.
Pero esa ruptura en la cordura fue tal, que también se deshizo del niño”
“Existencia notó de
inmediato el homicidio y envió a la fuerza especial de nuestro mundo a capturar
a Conejo, pero este último era muy astuto y aún más hábil. El resultado de ese
ingenio, fue una masacre y el escape de un asesino. Nadie supo de él hasta el
31 de agosto de 1888. Nadie podía conocer sus movimientos, pues por el simple
hecho de haber estado aquí, él ya era “invisible” para nosotros. Aquel 31 de
agosto ni siquiera nos pasó por la cabeza que pudo haber sido obra suya.
Durante su desaparición se las arregló para poder aparecer y desaparecer a
voluntad, así como lo hago yo, además de transformar su rostro y cuerpo al
grado de poder presentarse como una mujer para evitar ser reconocido”
“El primero de septiembre se
apareció en medio de la sala principal de este edificio, relatando lo que había
hecho, tal como si hubiera sido su mayor logro en la vida. Maldito idiota”
-Más te vale disfrutar tú
tiempo, Nofarrag, porque si no, esto no serviría de nada- termina la
conversación Conejo, para posteriormente soltar una risa maligna mientras
desaparece ante los ojos de LePap.
-Esto es malo Bremon, muy
malo-
-¿Cómo es que no pudiste ver
esto?-
-Lo que él hace no lo
podemos ver, hasta que ya lo ha hecho- responde preocupada Muerte mientras la
puerta se abre de un golpe dando paso a Vida –Muerte… ¿Es él?-
-Sí, sí lo es-
-Ay no, no por favor, ya
tiene veintiocho años de la última vez que lo vimos y fue terrible lidiar con
sus crímenes- responde Vida preocupada al grado del llanto.
-Tranquila, no podemos dejar
que nos intimide, somos más fuertes que él-
Y de pronto, a mis espaldas,
se escucha en la sala la voz poderosa y enérgica de un hombre –No puede con
nosotros- me doy la vuelta lentamente, con un sentimiento de emoción y opresión
en el pecho, para poder verlo –Ya lo intentó una vez- y cuando lo tengo frente
a mí –Y no lo logró- me encuentro con el mismísimo Tiempo en persona.
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