La voz al teléfono

 

Título: La voz al teléfono

MAPA ARGUMENTAL

Autor: Samuel Ian Tapia Delgado

Género: Terror

Subgénero(s): Terror psicológico/Detectivesco/Demonios/Shadow People

Tono: Melodrama

Tema: Luchar por defender la memoria de los que ya partieron

Conflicto: De situación

Definición de Personajes: Personajes Arquetipo

Conducción de la historia: Plot driven / High concept

Línea Dramática: Balance Alto.

Estructura maestra: Beat Sheet

LOGLINE:

El esposo de una mujer es absorbido por una fuerza sobrenatural telefónica y ella investiga y lucha por recuperarlo

SINÓPSIS:

Una noche, el esposo de Lucía desaparece después de una extraña llamada telefónica proveniente de su propio número de celular, entonces ella se obsesionará con el caso e intentará investigar qué fue lo que se llevó al hombre que amó y seguirá amando. El problema comenzará cuando la chica se vea involucrada en algo que está más allá de la comprensión de la ciencia y las religiones mismas.


 

ARGUMENTO:

Una noche LUCÍA TAPIA (30) está hablando desde su oficina por teléfono con su esposo GERMÁN DELGADO (27), cuando este empieza a decirle que está escuchando ruidos extraños en la planta alta de su casa, el teléfono de GERMAN cuelga dejando a Lucía sin más, después de unos minutos GERMAN regresa la llamada estresado exigiéndole a LUCÍA que le explique el porqué de sus bromas tan pesadas. LUCÍA no tiene idea de lo que habla su esposo entonces éste le explica que ella le había llamado y había puesto una “grabación” donde varias voces decían números al azar. LUCÍA afirma no saber de lo que él habla y entonces este vuelve a notar ruidos extraños en la planta alta. GERMAN no cuelga y le dice a LUCIA que se quede en la línea para “acompañarlo”, pero mientras GERMAN sube las escaleras LUCÍA  escucha como se corta la llamada e histérica intenta contactar con su esposo, sin embargo antes de marcar de nuevo el número de su marido por tercera vez, ella recibe una llamada de su propio número de celular. LUCÍA responde temerosa y escucha murmullos neutrales al teléfono seguido de un sonido parecido al que hacen los monitores de signos vitales cuando el paciente muere. LUCÍA grita el nombre de GERMAN sin saber qué es lo que está pasando. Las voces terminan de recitar los números y suena el teléfono como si se hubiese perdido la línea.

LUCÍA levanta sus cosas lo más rápido que puede y va a su casa de inmediato en un taxi, pues GERMAN iba a ir por ella pero este ya no contesta las llamadas y no le llegan los mensajes. LUCÍA llega a su casa y el coche está estacionado afuera y todas las luces dentro de la casa están encendidas. Cuando entra busca a GERMAN por toda la planta baja pero él no está a ningún lugar. Ella aún más estresada y temerosa sube a la planta alta; tiembla de miedo y un sudor gélido le escurre por la frente. LUCÍA encuentra el celular de GERMAN tirado al final de la escalera en la planta alta. La pantalla está intacta, pero el aparato está lleno de polvo y se siente helado.

LUCÍA busca a su esposo en toda la planta alta pero tampoco está, corre de inmediato a la planta baja para llamar desde su teléfono fijo a los amigos de GERMAN y los suyos esperando que alguien sepa que sucedió, pero nadie pudo ayudarla. Desesperada recurre a la policía, les llama para reportar que su marido ha desaparecido sin dejar rastro. LUCÍA llama a su padre (MIGUEL TAPIA (63)), para pedirle que la acompañe y este llega en cuanto los policías están entrando a la casa; de un momento a otro la casa de LUCÍA se llena de policías y forenses buscando que sucedió pero nadie encuentra nada. LUCÍA esta inconsolable y llora a mares mientras balbucea cosas que nadie entiende. MIGUEL la mira confundido e intenta pescar  algo de lo que dice pero no lo logra.

Uno de los forenses desacredita el caso después no encontrar nada en la casa y afirma que su marido la dejó sin avisarle. El policía que la interrogó cuando entraron le aconseja tener cuidado con las llamadas que contesta en caso de que la estén extorsionando de alguna forma.

LUCÍA se queda con MIGUEL sin poder hacer nada y la casa en completo silencio. Cuando ella logra tranquilizarse un poco, relata a MIGUEL lo que sucedió antes de la desaparición de GERMAN, este finge creerle pero piensa que su hija ha perdido la cordura.

Pasa poco más de un mes del incidente, aun no hay rastro de GERMAN y la vida de LUCÍA se deteriora emocional, física y mentalmente, su familia la incita a salir de casa pero ella desconsolada se niega a interactuar con el exterior. AMELIA CARRIÑA (28) compañera y amiga de LUCÍA, va a buscarla a su casa, pues ha dejado de responder el teléfono y en su trabajo la buscan para saber que ocurrió con ella. Cuando llega la joven, se encuentra con una casa con las paredes descascaradas, el suelo lleno de basura, los platos acumulándose en el fregadero y un olor pestilente. De sorpresa LUCÍA aparece de súbito frente a AMELIA.

AMELIA regaña a LUCÍA argumentando que asustarla de esa forma nos bueno para su bebé que está próximo a nacer, luego la sermonea sobre lo descuidada que está y la motiva a dejar el “estanque” donde se encerró, además cuestiona el porqué de la destrucción de las paredes. LUCÍA desvaría y piensa que a GERMAN se lo tragó la casa, debido a quejidos extraños que escucha por las noches y por ello ha estado buscándolo dentro de lo que alguna vez fue su hogar, así como también ha hecho llamadas a su propio teléfono, he ido a hacer alborotos a los establecimientos de su compañía de celular y la de su marido, asegurando que ellos habían hecho que su esposo despareciera. AMELIA descubre que los quejidos que escucha su amiga son ratas que entraron cunado esta comenzó a descuidar la casa. AMELIA, que también era amiga cercana de GERMAN, está preocupada por la salud mental de su amiga, así que se las ingenia y la convence de salir diciéndole que le pedirá a su esposo, director de un periódico local, que haga pública la noticia de la desaparición de GERMAN. LUCÍA accede a difundir en el periódico el suceso, entonces van con el novio de AMELIA.

RAMON CANO (36), el esposo de AMELIA escucha el relato de LUCÍA con mucha atención y entonces las conduce a ambas a la oficina de una joven llamada ESTELA MARIN (25), ahí RAMON le pide a ESTELA que les cuente su versión del peculiar caso. ESTELA les cuenta que no es la primera vez que alguien llega a relatar un suceso sobre llamadas extrañas donde unas voces en la línea dictan números al azar. LUCÍA comienza a llorar, cuando ESTELA confiesa que dejó de investigar los casos cuando ella misma, mientras estaba en su oficina, recibió una llamada del teléfono fijo de su escritorio donde las voces dijeron unos cuantos números (“1, 12, 5, 10, 1, 21, 5, 0, 16, 0, 20, 22, 6, 19, 5, 29” que en su traducción sería “¡Aléjate o sufre!”). ESTELA les confiesa que en ese mismo momento vomitó en su escritorio y tuvo que empezar a usar un auxiliar auditivo, pues su audición se deterioró al grado de no escuchar prácticamente nada. LUCÍA tiene un ataque de ansiedad al escuchar esto y sale corriendo del periódico dejando a todos perplejos. AMELIA va tras ella para no perderle el rastro de nuevo a LUCÍA. RAMÓN le pide a ESTELA que retome la investigación prometiéndole protección, aunque ESTELA acepta, aunque escéptica y sarcástica le pregunta que como la puede proteger de su propio celular.

LUCÍA huye a su casa a intentar refugiarse de los peligros del exterior, pero se da cuenta que ni siquiera en su casa se siente segura pues la amenaza podría llegar en cualquier momento a su propio teléfono o a su celular, los cuales lleva más de un mes sin contestar. AMELIA toca a la puerta mientras LUCÍA llora inconsolable adentro, después de unos minutos abre la puerta y deja entrar a AMELIA, ambas charlan un poco sobre el asunto. AMELIA se muestra compasiva y finge apoyar a LUCÍA pero oculto en sus palabras, intenta que LUCÍA deje de lado todo esto y comience a superar la desaparición de GERMÁN. De pronto alguien llama a la puerta de la casa. LUCÍA en su paranoia no quiere contestar. AMELIA atiende, a pesar de que LUCÍA intenta detenerla.

Quien toca la puerta es ERNESTO TREJO (56), el cual trabaja en las líneas de telecomunicaciones de la empresa de telefonía Eternity. ERNESTO pregunta por LUCÍA, pero esta se niega a salir. AMELIA convence a ERENSTO de que ella puede tomar la información por LUCÍA. En ese momento ERNESTO le dice que viene a atender los reportes de LUCÍA, respecto a su esposo desaparecido. LUCÍA cambia de parecer esperando que el hombre sepa algo de su marido y hace que entre. Ahí él les cuenta que alguna vez interfirió una llamada donde voces extrañas, dictaban números al azar y él se obsesionó con ello pero nunca se lo había dicho a nadie, pues nunca reportaban desapariciones ni nada, tan solo los propietarios de los números “victimizados” dejaban de pagar y sus contratos expiraban. No obstante el alboroto que LUCÍA hizo en una de las sucursales de atención a cliente de Telecomunicaciones Eternity, fue un suceso que corrió en boca de todos los empleados, pues se decía que “Una mujer loca, había llegado a gritar y hacer destrozos en la sucursal”. El dueño, cerró esa sucursal para hacer “remodelaciones” y no se dijo más al respecto.

ERNESTO les cuenta que había estado monitoreando esas llamadas desde hace más de 20 años, y logró encontrar un patrón en que los números más altos dictados por las voces llegaban al 29, así como que el 28 y el 29 eran los números menos recitados. ERNESTO les informa que tiene cientos de grabaciones y los datos de las personas que recibieron estas llamadas extrañas, y es así como podrían encontrar a que se deben estas voces al teléfono.  

LUCÍA se da cuenta que tiene todos los medio para descubrir que sucedió con su esposo, y no quedarse con la historia de que este la dejó repentinamente de un segundo a otro, es así como acepta los riesgos de investigar y probablemente sufrir lo que le pasó a ESTELA y GERMAN.

LUCÍA y AMELIA le piden a ERNESTO que regrese al día siguiente (sábado), con todos los documentos y las grabaciones que asegura tener. AMELIA ayuda a LUCÍA a limpiar su desastre y logran poner todo en orden antes del anochecer. AMELIA llama a RAMON y le pide que la alcance en casa de LUCÍA, explicándole que un hombre de Telecomunicaciones Eternity les había ofrecido grabaciones de las llamadas e información de las llamadas y lo poco que había descubierto de las voces.

RAMON convence a ESTELA de que, bien manejada, podrían publicar una nota que alcé el nombre del periódico, y traer grandes beneficios económicos para ella y todos en esa pequeña empresa local. ESTELA ambiciosa accede a seguir con la investigación que un tiempo atrás casi la deja sorda. ESTELA advierte a RAMON que no usará su celular más que por mensajes de texto y sin audios de ningún tipo. RAMON le pide a ESTELA que esté atenta, pues comenzarán con las investigaciones al día siguiente de ser cierta la información que les dará el hombre de Eternity.

RAMON va a casa de LUCÍA. RAMON y AMELIA terminan de ayudar a LUCÍA a sacar la basura, así como arreglar y limpiar lo poco que se puede limpiar de la casa. AMELIA invita a LUCÍA a quedarse en su casa, pero esta se niega. Pasa la noche y LUCÍA tiene sueños extraños donde GERMAN está unido a un ser monstruoso hecho de humanos en descomposición. LUCÍA se despierta de sus sueños intranquilos y  baja a la cocina a tomar un vaso de agua. Cuando se da la vuelta, descubre que en el recibidor junto a la mesa del teléfono la sombra de un hombre tan alto que llega al techo, la mira mientras este posa su mano sobre el teléfono de la casa. LUCÍA no puede moverse y sostenía el vaso de cristal aferrándose a él como si fuese un arma protectora. Entonces comienza a sonar el teléfono y LUCÍA avienta su vaso a esa figura de obscuridad. La sombra desaparece cuando el vaso “impacta” contra ella. LUCÍA gritando furiosa corre a desconectar el teléfono que sigue sonando aunque ya no esté en la línea. Sube a su habitación y lo lanza a la calle destruyéndolo por completo, sólo entonces deja de sonar.

LUCÍA se encierra en su habitación y se mete bajo las cobijas para desconectarse del mundo. Ella deja de gritar pero comienza a llorar desconsolada. Pasa la noche y amanece, entonces a primera hora con la luz del sol tocan a la puerta de la casa de LUCÍA lo cual la despierta abruptamente y se sale como puede de la protección que hizo de cobijas y almohadas a su alrededor. Baja corriendo pero se entierra un cristal en su pie descalzo. ERNESTO sigue llamando a la puerta en espera de que le abran, después de algunos minutos sale LUCÍA con un trapo amarrado al pie. ERNESTO le pregunta si está todo en orden pero ella solo comenta que se le cayó un vaso y omite lo que le sucedió la noche anterior. AMELIA y RAMON llegan  con ESTELA a casa de LUCÍA un poco después que ERNESTO.

Todos revisan las grabaciones que ERNESTO trajo consigo y vemos a una LUCÍA pálida y temblorosa que se esfuerza por controlar sus temblorines, mientras AMELIA intenta consolarla. ESTELA toma notas e intenta escuchar el número de personas en cada grabación, tiene una conversación al respecto con ERNESTO y este le muestra todos los documentos que hizo para llevar un registro de los códigos dictados por las voces. RAMON se sale para atender llamadas del periódico, pues parece no importarle mucho la investigación que hacen ESTELA y ERNESTO.

AMELIA se lleva a la cocina a LUCÍA para contarle que su bebé nacerá en pocos meses, LUCÍA se emociona pero no consigue quitar su expresión melancólica. A sus espaldas aparece ESTELA que dice que han podido descifrar el código, todos  se acercan a la mesa del comedor donde les muestran que han descubierto que cada número corresponde a una letra del abecedario, así como el hecho de que los ceros corresponden a los espacios entre palabras. ESTELA sugiere ir a los archivos del periódico para poder empalmar cada una de las grabaciones de las llamadas y los dueños de cada teléfono, con las desapariciones registradas en el periódico.

Salen de la casa y acuerdan verse en el periódico a la misma hora el día siguiente. LUCÍA no quiere agarrar el coche de GERMAN  le pide a AMELIA que vaya por ella al día siguiente, ellos acceden.

El domingo temprano llegan AMELIA y RAMON, por LUCÍA y se va con ellos en el coche. AMELIA y RAMON van hablando con LUCÍA de lo que les ha dicho el doctor de su bebé pero ella está con la mirada perdida en algún lugar fuera del automóvil, cuando de pronto grita porque un coche está a punto de chocarlos a un costado, RAMON pisa el acelerador a fondo y logra esquivar el golpe de ese vehículo por poco, pero le da un golpe al coche que llevaba enfrente. El vehículo que estuvo a punto de impactarlos sale a toda velocidad y LUCÍA descubre que el conductor es la misma sombra que la atormentó la noche del viernes. RAMON logra deshacerse de inmediato del conductor al que sí le pegó, y se van con el cofre del coche de RAMON mallugado al periódico.

Cuando ellos llegan, ESTELA y ERNESTO ya están consultado las notas de desapariciones en los documentos del periódico, ahí les informan de lo sucedido, mientras ESTELA y ERNESTO les muestran que muchas de las desapariciones que tienen documentadas coinciden en nombres con los contratos expirados de las personas que sufrieron de estas llamadas. En ese momento ESTELA saluda sin voltear a uno de sus “compañeros”. RAMON, se muestra sorprendido, y le informa que ellos son los únicos dentro y el vigilante está en el recibidor, ESTELA asegura haber visto a alguien bajar las escaleras a donde está la imprenta. LUCÍA  les cuenta lo que le sucedió la noche del viernes, en ese momento, comienza a sonar el teléfono de una de las oficinas que están en el piso de abajo, RAMON envía a AMELIA con el vigilante para avisarle que alguien se metió a la imprenta; pero el teléfono suena insistente y en algunos momentos su ring ringneo se escucha desafinado, RAMON sin poder esperar a que AMELIA regrese con el vigilante se aventura a la planta baja, LUCÍA le pide que no vaya, pero este la ignora. ESTELA va detrás de él, en cambio ERNESTO se queda con LUCÍA que está al borde de la histeria.

Una vez abajo ESTELA le sugiere a RAMON que rodeen al mismo tiempo las grandes máquinas de imprenta industrial, para acorralar al intruso por ambos lados. RAMON acepta y separan sus caminos. ESTELA camina por el largo pasillo junto a la máquina, hasta que puede ver como se mueve la perilla de un armario, cree poder con el intruso ella sola y abre la puerta, pero dentro no hay nada, cuando cierra y sigue su camino, descubre que un monstruo hecho de cuerpos humanos (el mismo con el que soñó LUCÍA) la observa mientras come algo, ESTELA, se muestra valiente ante el monstruo, hasta que este deja caer el pedazo de carne, que es en realidad un trozo de un rostro muy parecido al de ella, entonces se asusta y corre en dirección a las escaleras, pero estas han desaparecido, al igual que RAMON. ESTELA descubre que se encuentra en un laberinto cuyas paredes son las “máquinas de impresión”, corre con una expresión aterrada, pues el monstruo está cada vez más cerca, hasta que choca contra RAMON derribándolo. ESTELA suda y esta pálida entonces RAMON le pregunta si está bien y ella le cuenta lo que pasó pero en ese momento se da cuenta de que ya no está en el laberinto. RAMON le cuenta que el teléfono de la oficina de la planta baja no está, así que regresan arriba.

Mientras RAMON y ESTELA investigaban la planta baja de imprenta, AMELIA recorre los pasillos del periódico para llegar al recibidor, cuando tropieza con un bulto de cobijas, lo rígido del objeto la intriga y lo revisa descubriendo que entre las cobijas se encuentra el cuerpo inerte de un recién nacido. AMELIA grita horrorizada, llamando la atención de LUCÍA y ERNESTO, ambos van a auxiliarla y cuando llegan AMELIA llora desconsolada como si estuviera sosteniendo algo entre sus brazos. Ellos le muestran que no hay nada en sus manos y perpleja se levanta intentado explicarles lo que había visto, de inmediato llegan ESTELA y RAMON. ESTELA cuenta a todos lo que le pasó y deciden salir del edificio, una vez afuera ERNESTO les dice que el dueño de Eternity PORFIRIO AGUIRRE “HIJO” (108) es el hijo del fundador y es probable que el sepa algo, tomando en cuenta que cerro repentinamente la sucursal a la que LUCÍA fue a gritar lo que pasó a GERMAN, a pesar de que ella no dañó tanto la sucursal. En los días siguientes investigan bastante de PORFIRIO y descubren que la empresa tiene varias demandas que él ha logrado reprimir con sobornos y en algunos casos extorsiones. Durante su investigación logran contactar con un hombre que tiene un caso similar al de LUCÍA, pero ello tan solo los deja más desconcertados pues el hombre, no sabe nada y lo único que dice es que su vida se fue en picada después de aquel trágico suceso.

Una vez que tienen la información suficiente, el grupo va a la matriz de Telecomunicaciones Eternity para abordar a PORFIRIO en su oficina, con ayuda de ERNESTO logran entrar, ERNESTO le miente a la secretaria de PORFIRIO para que esta vaya a ver su vehículo, informándole que está sonando la alarma del mismo en el estacionamiento. De esa forma logran entrar sin problemas a la oficina principal. Una vez dentro enfrentan a PORFIRIO todos juntos, pero este los calma con la promesa de que les contará la verdad. Entonces PORFIRIO les cuenta que en el 83 su padre (que en realidad es él mismo), cegado por el imperio que había construido en apenas 20 años hizo un pacto con un ente omnipresente a cambio de la inmortalidad, pero este en su lugar, usaría las líneas de su compañía telefónica para conseguir almas de las cuales alimentarse. Accedió al trato y desde el 84, la compañía tiene un crecimiento exponencial, pero también numerosas pérdidas de contratos que dejan de ser pagados y pasan a las cuentas incobrables. “Alimentar a mi amigo con personas sin importancia, a cambio de la inmortalidad, me parece un tato justo”, además el hombre les cuenta que las voces comenzaron a amenazarlo a él, advirtiéndole que debe hacerse cargo de un grupo de “niños exploradores” que están investigando a las voces y a la compañía. PORFIRIO se golpea contra su escritorio y comienza a destruir su oficina. La confesión de PORFIRIO deja atónito al grupo y tan solo ven como el hombre se infringe daño así mismo, de pronto se abren las puertas a sus espaldas y entra un grupo del cuerpo de seguridad para llevarse al grupo (LUCÍA, AMELIA, ROMAN, ERNESTO y ESTELA), PORFIRIO se queja de que lo han lastimado y han amenazado con matarle, LUCÍA histérica le grita maldiciones a PORFIRIO y este la acusa de estar loca. Todos son detenidos. En el cuartel de policía se replantean todo lo que han hecho hasta el momento y el punto hasta el que los ha llevado. Para suerte de todos, RAMON tiene los contactos adecuados y logra que los saquen del encierro. Se separan y cada quien toma caminos distintos. Pasa un mes y comienzan las llamadas de nuevo, pues creen estar a salvo por haber dejado de investigar a las voces, pero estas dejan caer toda su ira sobre el grupo. Una noche AMELIA y RAMON reciben una llamada donde los números que le dictan son: “12, 9, 14, 4, 16, 0, 2, 5, 2, 5”, pero de alguna forma están tranquilos pues están juntos y sería complicado que se lleven a alguno sin que se den cuenta, el problema es que se llevan a su pequeño no nacido. Esa misma noche ESTELA recibe una llamada y los números que le dicen son: “20, 9, 7, 22, 5, 0, 3, 16, 19, 9, 5, 14, 4, 16” a la mañana siguiente sus piernas no responden y queda parapléjica. Ese día, la hija de ERNESTO le informa al grupo que este se ha suicidado mientras todos dormían. Van al funeral y nadie sabe porque se ha suicidado el hombre, pero los 4 deducen que recibió una amenaza de las voces precisamente por lo que les pasó unas noches atrás.

ESTELA habla con LUCÍA después del funeral y le entrega una memoria que contiene todos los crímenes por los que podría ser acusado PORFIRIO, haciendo a un lado la historia de las voces devora almas. Para conseguir que lo enjuicien y lo metan a la cárcel. LUCÍA lleva la memoria a un periódico con reconocimiento a nivel nacional y al cabo de unos días aparecen en los titulares todos los crímenes de PORFIRIO, incluidos el manejo de información personal violando las leyes de privacidad, así como espiar las conversaciones telefónicas de los usuarios de Telecomunicaciones Eternity.

PORFIRIO no tiene manera de defenderse y termina en la cárcel. Al cabo de unos meses Eternity se va a la quiebra y los usuarios deben mudarse a otras compañías, dejando al ente maligno sin forma alguna de comer almas con las líneas de la compañía.

ESTELA, RAMON, AMELIA y LUCÍA celebran su victoria, creyendo que han derrotado a las voces al conseguir que Eternity desapareciera

Una noche en celda de PORFIRIO, un guardia le pasa un paquete a PORFIRIO y en su interior hay un teléfono celular y recibe la amenaza que termina por hacerlo desaparecer.

 

 

 

 

 

ENTE MALIGNO:

Las voces al teléfono:

Las voces hablan en un código el cual funciona de la siguiente forma: Se hace la llamada y enlistan números, ateniéndose a que el número 1 corresponde a la letra A, el número 2 a la letra B y así hasta la Z que corresponde al 27, los espacios corresponden al 0; para definir una pregunta se agrega el 28 al final de la oración, o el 29 para hacer énfasis en que se está gritando, esto con el objetivo de expresar emociones pues las voces suenan bastante neutrales. En cada llamada las voces que dictan los números son las de las personas que este ser sobrenatural se ha “comido”, todas hablan a la vez recitando los números en una sincronía que permite distinguir más de una voz y a su vez escuchar el código con claridad. La llamada no puede ser finalizada por la persona que la recibe, tan sólo por las voces. La única forma de detener estas llamadas es cortando la línea de comunicaciones o destruyendo el aparato receptor de la llamada de estas voces.

Son un ente maligno que hizo un pacto con el dueño de una compañía de teléfonos, llamada Telecomunicaciones Eternity, para conseguir almas humanas de las cuales alimentarse. El modus operandi de estas voces consiste en que hacen una llamada telefónica desde el último número contactado, y después de eso la persona que sufre esta llamada desaparece, sin dejar rastro alguno. Luego de eso las voces hacen una segunda llamada a la persona propietaria del número que usaron, desde ese mismo número, para pedir una disculpa. Se han documentado casos donde las voces hacen llamadas para solicitar cosas o hacer amenazas a las y los valientes que se atreven a investigar de más sobre ellas.

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